Von Wernich: "Era parte de la patota que torturaba e interrogaba"



Un testigo aseguró que Von Wernich "andaba con absoluta libertad" por los centros clandestinos.
Se trata de Osvaldo Papaleo, el ex secretario de Prensa de Isabel Perón, secuestrado y torturado durante la dictadura. "Venía con la patota de torturadores casi siempre de noche", dijo al declarar en la séptima jornada del juicio que se sigue en La Plata contra el ex capellán de la Bonaerense.
El ex capellán policial Christian Von Wernich "era parte de la patota que torturaba e interrogaba" en el centro clandestino de detención de Puesto Vasco "y lejos estaba de traernos un poco de afecto y de contención", afirmó el testigo Osvaldo Papaleo. El ex secretario de Prensa de la Presidencia de la Nación en el gobierno de Isabel Perón que fue secuestrado y torturado en 1977, durante la última dictadura militar, declaró en el juicio que se le sigue en La Plata al sacerdote acusado de 7 homicidios, 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad. "El cura venía a veces vestido con ropa de sacerdote, andaba (en Puesto Vasco) con absoluta libertad y su presencia ante los allí detenidos siempre era posterior a las sesiones de torturas a las que no sometían", contó Papaleo. Al dar más detalles sobre la actividad del imputado, le dijo al Tribunal que "Von Wernich siempre dio muestras de conocer bien lo que habíamos declarado antes bajo torturas".
Este testimonio es coincidente con otros escuchados en audiencias anteriores cuando testigos, víctimas de torturas, relataron situaciones similares ocurridas después de haber sido sometidos a tormentos. "Era evidente que el cura era un interrogador, un agente de inteligencia que tenía un rol específico y que formaba parte de lo que yo llamo ïcuerpo colegiado de la torturaï, en el que cada uno de los represores cumplía su rol", explicó Papaleo. Agregó que "Von Wernich sabía con quienes hablaba y conocía todo al detalle", durante su paso por Puesto Vasco. También, en su declaración definió al sacerdote como "una persona de capacidad intelectual superior a la del resto de los torturadores". Además, Papaleo contó que el entonces jefe de la policía bonaerense, Ramón Camps, estuvo presente cuando lo torturaron con el pase de corriente. "Me pusieron la picana en el ano, los genitales y las encías y cuando terminaron me sacaron la venda que tenía en los ojos; y ahí lo pude ver al Camps, vestido con ropa militar, que no dijo nada". En otro tramo de su declaración, Papaleo habló sobre el agravamiento de las condiciones del cautiverio de Jacobo Timerman y dijo que el periodista "fue víctima del antisemitismo". "Yo lo vengo repitiendo cada vez que puedo, Timerman tuvo un castigo especial y muy puntual por ser judío", sostuvo Papaleo.
En su testimonio, mencionó la revista "Somos", actualmente fuera de circulación, a la que le imputó "relación estrecha" con los represores. Como ejemplo, citó que declaraciones de él y su hermana, Lidia Papaleo de Graiver, obtenidas con torturas "fueron publicadas por esta revista cuando todavía estábamos cautivos". También recordó que en una oportunidad mientras era torturado se le preguntó si Héctor Ricardo García, el dueño del diario Crónica, era judío.
Durante la audiencia de ayer, también prestó declaración Rodolfo Iacarino, un empresario que estuvo secuestrado y detenido desde noviembre de 1976 hasta septiembre de 1978, etapa en la que se apropiaron de los bienes de la familia. Si bien Iacarino dijo no conocer a Christian Von Wernich, relató que mientras estuvo detenido en la Brigada de Investigaciones de Lanús, ante la presencia de una escribana, le hicieron firmar los papeles por los que se le apoderaron de campos en Santiago del Estero, un avión y hasta un campo de Golf en la provincia de Córdoba que eran de su propiedad. El Tribunal tomó declaración también al periodista español, Vicente Romero Ramírez, quien en enero de 1983 logró que el ex jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps le concediera una entrevista en la que le mostró un informe que había enviado al Vaticano. Explicó que el informe, de unas 80 a 90 carillas, "hablaba de unos 5000 muertos durante la represión y de unos 1858 enterramientos de cadáveres NN en distintos lugares", entre los que el periodista sólo recordó el de Avellaneda. Precisó que durante la entrevista, Camps se refería a Von Wernich como "su capellán, su confesor y su amigo" y agregó que "era como que la presencia de un sacerdote cercano a él tranquilizaba su conciencia".








Fuente. (TELAM)

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